Desde una visión generalista todos las conversaciones de whatsapp, line, tuenti, o de cualquier otro tipo de mensajería instantánea, pueden ser un medio de prueba totalmente válido y eficaz. El problema sin embargo reside en su fiabilidad y de credibilidad. Si se cuestionan dichas conversaciones deberá acreditarse y probarse que no han sido manipulados. Así lo recoge entre otras una STS de 19 de Mayo de 2015 ( RJ/2015/1920) que nos dice que todos la mensajería instantánea debe estudiarse y analizarse con cautela para evitar que la misma haya podido ser previamente manipulada, por ejemplo con perfiles falsos. Es por ello que desde el momento que una de las partes impugna su autenticidad le corresponde a quien aportó dicha prueba demostrar su veracidad, por lo que será indispensable una prueba pericial que pueda identificar el verdadero origen de dicha comunicación, la identidad de sus interlocutores y la integridad de su contenido. La conclusión es que la conversaciones de mensajería instantánea son plenamente eficaces como medio de prueba, pero si se cuestionan habrá que acreditar que son veraces y ciertas.